lunes, 23 de marzo de 2009

Administraciòn de Personal

DE QUE ESTA ENFERMA SU EMPRESA?



¿Su compañía sufre de estrés, obesidad, anemia, esquizofrenia o cáncer? Los expertos diagnostican numerosas enfermedades de las organizaciones. Existe tratamiento, pero lo primero es reconocer la patología, sus síntomas y consecuencias para el futuro.

¿Y si Paul Krugman tuviera razón? Frente a las negras predicciones del Nobel de Economía acerca de la dura travesía del desierto que nos espera antes de salir de la crisis, las opiniones de los expertos que diagnostican numerosas enfermedades a las empresas españolas no hacen el camino especialmente tranquilo.

Un estudio sobre el Estado de Salud de la Empresa en España que publican conjuntamente Tatum Consulting Group e Interban Network muestra el índice de salud de las firmas que conforman nuestro tejido empresarial. La investigación, que pone el estrés en cabeza de los males que aquejan a nuestras compañías, se basa en el modelo creado por Javier Fernández Aguado, socio fundador de MindValue, que propone que las organizaciones, al igual que las personas, pueden estar sanas o enfermas, y proporciona un sistema para señalar cuáles son las áreas que se deben mejorar para permitir el desarrollo adecuado de una organización.

Krista Walochik, presidenta y consejera delegada de Norman Broadbent, asegura que "en tiempos de incertidumbre, el miedo a lo que pueda pasar hace que muchas empresas no se concentren en lo verdaderamente importante y entran en una parálisis que genera ansiedad".
Douglas McEncroe, director de Douglas McEncroe Group, señala que "las compañías españolas son muy extrovertidas. eso significa acción, acción y acción, y no demasiada reflexión".

Walochik añade que "el gestor que se pide en tiempos difíciles es el que comunica claramente la situación, plantea una dirección hacia adelante y traslada a cada miembro de la organización qué es lo que debe hacer, con lo que devuelve la certidumbre".

El estudio de Tatum Consulting Group e Interban Network señala algunos males de la organización:
EstrésRitmos asfixiantes y empleados en estado de tensión permanente provocado por la sobrevaloración de capacidades, la escasez de personal cualificado, la falta de información o las pérdidas de tiempo. Los síntomas más claros son el absentismo, las bajas por estrés, el síndrome del burn out, o el mal ambiente de trabajo. Su cura viene dada por cursos de gestión del tiempo, políticas de conciliación, planificación adecuada, o fijar objetivos realistas y posibles.

El director de Douglas McEncroe Group, asegura que el estrés supone actividad por actividad, sin producir demasiado.
OsteoporosisLa estructura de la empresa se debilita por falta de recursos financieros y humanos debido al endeudamiento excesivo, una plantilla sobredimensionada, la excesiva concentración de ingresos, escaso liderazgo o falta de medidas de conciliación.

Todo esto provoca despidos, incapacidad para afrontar pagos, equipos obsoletos y excesiva rotación. Se trata con una buena planificación financiera y comercial, diversificación de ingresos, planes de conciliación, compensación y meritocracia.

MiopíaEs la falta de capacidad para reconocer con antelación los cambios que se dan en el mercado, y se produce por una falta de contacto con la realidad empresarial. Este mal de la empresa se da cuando se prioriza lo urgente sobre lo importante.

Las consecuencias de la miopíason la pérdida de clientes o el retroceso en las ventas.
Para tratarla lo mejor es establecer un modelo de benchmarking, investigaciones de mercado y formación sobre el sector.

Para Douglas McEncroe, "la miopía es una adicción al corto plazo. implica que no se tomen decisiones estratégicas para que esto no afecte a los resultados del próximo trimestre".
ArtrosisEs típica de las organizaciones con escasa capacidad de adaptación a los cambios del entorno, y está motivada por una plantilla conservadora, excesivamente burocrática y vertical, insegura y sin visión de futuro.

Esta artrosis empresarial induce la falta de innovación, la escasa inversión en I+D, en formación y en tecnología.
El tratamiento conveniente es una óptima gestión del cambio, modelos de gestión del conocimiento, clima de confianza o el rejuvenecimiento de la plantilla.

EsquizofreniaEl discurso y la realidad no coinciden, ya que existen personas inseguras en la dirección, y se advierte una incapacidad para comunicar la realidad y gestionar todos los conflictos.
En este entorno se dan las críticas por la espalda, las falsas promesas, la falta de ética o el amiguismo.
Se recomienda predicar con el ejemplo (desde la dirección), sustituir a los directivos incompetentes, o llevar a cabo acciones de coaching de habilidades directivas.

Douglas McEnroe propone "buscar el liderazgo ético y promocionar a quien desarrolla este tipo de liderazgo, castigando incluso a quien sube a costa de destruir proyectos y carreras".
AnemiaAparece una disminución del compromiso en la organización causada por el incumplimiento de promesas laborales, la insatisfacción retributiva, la falta de reconocimiento y el robo de méritos.

La anemia organizativa provoca absentismo, desgana, impuntualidad y comunicación mínima.
El tratamiento se basa en políticas de facilitación de la vida personal, de retribución y employer branding, mejorando al tiempo los canales de comunicación y las herramientas para el desempeño eficiente.

AutismoUna organización autista es la que se cierra en sí misma por exceso de seguridad de la dirección, desprecio de estudios de la competencia, miedo al cambio o escasa visión comercial.
El autismo provoca un retroceso en las ventas, pérdida de clientes y falta de rotación, y se trata con un análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidasdes, el coaching directivo, trabajo en equipo y diversificación.

Douglas McEncroe aconseja asimismo captar a gente de otras empresas y sectores, ante la evidencia de que éstos se plantean cuestiones que en la propia compañía nadie había pensado.
SorderaEmpresas con exceso de autoestima que no escuchan a sus stakeholders. Esto se debe a la falta de autocrítica y de orientación al cliente o a la excesiva burocracia.

Los síntomas más claros son el desprecio de la competencia, el ninguneo a los colaboradores o la falta de canales de comunicación fluidos, y su tratamiento pasa por la necesidad de fomentar la humildad y la comunicación, el asesoramiento de un coach externo y una dirección más flexible.
HemiplejiaSon hemipléjicas aquellas organizaciones en las que la resistencia al cambio se produce en un área, departamento o función de la empresa, y se da por un excesivo conservadurismo, perfeccionismo, inseguridad directiva o miedos.

Esto da lugar a la falta de innovación, a una escasa visibilidad comercial y a procesos obsoletos. Su adecuado tratamiento es el desarrollo de canales de comunicación, fomentar la confianza y los planes de formación.

DepresiónOrganizaciones sumidas en crisis con una situación de desánimo generalizado que viene provocado por la dirección por amenazas, la presión excesiva, la lucha de egos o el miedo al cambio. La depresión lleva al síndrome del burn out, al mobbing, al absentismo y a una rotación excesiva y, para tratarla, se recomienda fomentar la risoterapia, desarrollar las habilidades directivas, un plan estratégico de recursos humanos o un plan de márketing interno. En opinión de Douglas McEncroe, la depresión se da en las grandes empresas que han intentado hacer de todo pero no tienen una idea clara de lo que hacen realmente bien. Esto provoca una pérdida de la motivación en el seno de la compañía.

AnorexiaLa excesiva racionalización de costes afecta al desarrollo y crecimiento, causado por haber sobredimensionado la plantilla en el pasado. La anorexia lleva a las restructuraciones, la congelación salarial y el descenso de la calidad. El mejor tratamiento es el control de costes salariales, la diversificación, gastar mejor (no siempre menos) o cuidar la eficiencia económica y humana.

ObesidadLa acumulación de grasa en tiempos de bonanza es un lastre que se produce por una pérdida del sentido de la realidad, el exceso de relajación y el incremento desmedido de costes. Provoca costes fijos excesivos, ratios de eficiencia delicados y caída de los de rentabilidad y se cura aplicando el sentido común, la disciplina y el rigor presupuestario y una adecuada planificación.

ImpotenciaOrganizaciones que "quieren" pero no "pueden", por falta de recursos financieros, tecnológicos y humanos.
Los indicios más claros son desánimo, falta de proyectos motivadores, baja calidad, quejas y rumores, y la viagra empresarial es la búsqueda de socios estratégicos, la financiación externa, un modelo de dirección por hábitos y políticas de formación.

CáncerOrganizaciones sin valores donde se extienden rumores, corrupción y se pierde el objetivo final por culpa de la lucha de egos, el individualismo, las críticas destructivas o la comunicación deficiente. Todo esto lleva a que se hable de la gente y no con la gente, a que predomine el "yo" en vez del "nosotros". La cura está en la ética, la humildad, la confianza, la mejora de la comunicación y los controles financieros.

AsmaAhogamiento financiero e incapacidad de llegar a las metas, causado por una falta de planificación financiera, elevados costes fijos, escasez de personal o nuevos competidores.
El asma provoca un aumento en las quejas de los clientes, el retraso en los cobros y pagos, mal servicio postventa y absentismo.

Se trata con una planificación financiera rigurosa, la gestión eficaz de cobros, financiación ajena, incremento de fondos propios y la contratación de personal.

Fuente www.expansion.com - 20 de Marzo del 2009


1 comentario:

Diego Franco dijo...

Pienso que es una manera de analizar a una empresa muy original y a la vez con mucho sentido. Se presentan todas las posibles enfermedades que podría tener una empresa, como las que podría llegar a tener un ser humano, y se les da una solución de manera que se pueda revertir lo que se ha estado haciendo mal y, así, sacar adelante a la empresa.