sábado, 24 de enero de 2009

RELACIONES LABORALES

Flexibilidad laboral

De Detroit a Nagoya, las fábricas de coches cierran durante días, semanas o incluso meses. Aun así, en muchos casos, los trabajadores con contratos fijos no han perdido su puesto de trabajo, por el momento. No obstante, se acogen a diversos esquemas de flexibilidad horaria, reducción de salarios y periodos sabáticos.
Una de las mayores innovaciones desde la recesión de los 90 es el llamado “time banking”, práctica según la cual, se paga a los trabajadores durante el tiempo de cierre, que estos compensan con el trabajo no remunerado durante un periodo equivalente cuando se recupera el nivel de demanda. Estas prácticas se están extendiendo por toda la industria. Según una encuesta de 2005, casi una quinta parte de los trabajadores alemanes se acogieron a este sistema. Esta práctica ayuda a los fabricantes a gestionar las fluctuaciones de la demanda y evitar la producción en serie de productos que nadie solicita durante épocas de ralentización económica.
Por desgracia, el sistema “time banking” no está diseñado para afrontar una situación de crisis tan grave. Sin ir más lejos, la división de Honda de Reino Unido parará su planta de Swindon durante cuatro meses. En febrero y marzo, los trabajadores percibirán el salario total, con el que se alcanzará el límite de 250 horas remuneradas no trabajadas. En abril y mayo, sin embargo, el sueldo se reducirá a la mitad. Las cosas podrían ponerse tan mal (según las previsiones de Fiat, la demanda de automóviles a nivel global caerá un 20% este año) que muchos fabricantes británicos del sector acabarán perdiendo su puesto de trabajo, a pesar de haber cobrado su salario durante meses de inactividad.
Algunos países ofrecen alternativas. En Japón, los empleados pueden recibir un permiso para permanecer en casa mientras reciben como mínimo un 60% del salario; el Ejecutivo nipón cubre la mitad de los costes de esta iniciativa. Las empresas alemanas intentan ahora adoptar el esquema kurzarbeit, con el que el Gobierno cubre parte de los salarios del personal que pasa a formar parte de una jornada reducida.
Varios países de la UE tienen sistemas similares. No es el caso de Reino Unido, a pesar de las presiones de la industria. Estos sistemas no están contemplados en las normas de ayuda estatal de la UE, pero pueden afectar a la competencia. Las fábricas que mantengan su plantilla intacta tienen más posibilidades de conseguir nuevos proyectos e inversiones en cuanto mejore la situación de la economía que las que tengan que dedicar algún tiempo a intentar contratar nuevo personal. Bruselas debería estudiar la situación.
FUENTE The Financial Times

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