viernes, 27 de febrero de 2009

La recesión recupera los buenos modales

Publicado el 25-02-2009 , por Lucy Kellaway

Fuente: The Financial Times Limited 2009

La semana pasada, recibí un mensaje de un joven compañero que decía: “Lo siento, Lucy. Llegaré tarde a la reunión; es el metro, hay muchos retrasos estos días”. El mensaje captó mi atención: el hecho de que el hombre fuera a llegar tarde carecía de interés, pero que hubiera usado un punto, dos comas, y un punto y coma sí me sorprendió.

Si una persona de 26 años puntúa con tanta corrección un mensaje de texto, ¿estamos ante el final de una época? ¿Es posible, me pregunté, que dejemos de recibir símbolos como tbeo dsps dl kurro? Al día siguiente, cuál sería mi sorpresa, me llegó un correo electrónico del responsable de comunicación interna de Google, una de las empresas más progres del mundo. Su habitual “¡Hola Lucy!” había sido sustituido por un “Estimada señorita Kellaway”. Sorprendentemente, el registro formal se mantuvo hasta la despedida: “A la espera de su pronta respuesta, reciba un cordial saludo”.

Si los empleados de Google han renunciado al lenguaje de Internet y ahora redactan emails siguiendo el estilo Debrett, la biblia británica de etiqueta y buenos modales, algo está cambiando ahí fuera. Para saber hasta qué punto llega esta nueva tendencia, he realizado un estudio del que se desprenden curiosos resultados. Decidí leer los últimos cien emails de mis lectores y los clasifiqué por estilo, puntuación y corrección.
Después de comparar los resultados con los de una prueba parecida que hice hace casi nueve años, parece que la balanza se inclina ahora hacia el uso correcto de la lengua.

En 2000, más de una cuarta parte de los mensajes usaba las minúsculas. En el último lote, sólo el correo de un hombre que trabajó en Wall Street en los años sesenta evitó el uso de mayúsculas. Su uso del lenguaje era, por lo demás, impecable, lo que me hace pensar que el caballero tenía un problema con la tecla de mayúsculas de su ordenador. Hace nueve años, pude apreciar una gran variedad de formas de despedirse, casi todas horribles.

La más común era salu2, una abreviatura un tanto ofensiva, al implicar que el remitente no puede dedicar dos segundos a pulsar dos teclas más para dar una mejor impresión al receptor. En el grupo de este año, sólo he encontrado un salu2; se han recuperado el atentamente y el cordialmente. Ahora, también se utiliza el apellido, que en 2000 prácticamente brillaba por su ausencia. Casi el 40% de los mensajes que recibo se referían a mí como “Ms Kellaway”, “Mrs Kellaway” o “Lucy Kellaway”; en todos los casos, el nombre estuvo precedido por un “Estimada”. Atrás han quedado los hola, qué hay.

Este cambio de tendencia tampoco tiene por qué resultar sorprendente. En épocas de recesión y pérdida de empleo, parece que vestir adecuadamente y utilizar el lenguaje con corrección se consideran una buena póliza de seguros. De hecho, los únicos sitios en los que todavía predomina el descuido son los que están a salvo de la economía de mercado.

Nuestro sector privado habla ahora con acento afectado y, cuanto más en peligro está una determinada industria, más petulantes son sus ejecutivos. El resultado, por desgracia, no siempre es el deseado: cuando uno intenta adoptar un lenguaje más elaborado de lo que su educación le permite, termina por parecer ridículo o tonto.

Un triste ejemplo de esto lo encontramos en la nueva página web de Goldman Sachs; su portada muestra la foto de un fiordo junto a la frase “incierto, pero no desconocido”.
El resto del texto dice así: “La actual crisis financiera está teniendo unas repercusiones económicas sin precedentes. No obstante, muchos de los acontecimientos del año pasado han sido, de hecho, vividos con precedencia por muchos de los participantes del mercado”. Es difícil descifrar el significado del último batiburrillo de palabras.

Creo que lo que Goldman Sachs quería decir es que, aunque esta crisis no tenga precedentes, muchos de nuestros empleados han pasado por experiencias parecidas en otras ocasiones. De ser así, se pueden extraer dos conclusiones: o el banco no sabe lo que dice, o algunos de sus empleados han superado ya los 120 años.

9 comentarios:

Alexander Mendoza dijo...

Este artículo se me hace muy curioso, porque a mi parecer con el paso del tiempo los errores ortográficos se hacían cada vez mas frecuentes y parecía no interesarle a nadie; inclusive parece que mientras mas joven es el individuo, mas errores de ortografía comete. Pues en hora buena que con la poca oferta de empleo, las personas comiencen a preocuparse nuevamente por las buenas costumbres como la buena ortografía, el buen hablar y la buena presencia.
Como dicen: "no hay mal que por bien no venga"
-Alexander Mendoza.

Christian Tejada López dijo...

Debido a la crisis mundial, el desempleo es algo que nos puede afectar a todos y por lo tanto, se necesita un plan personal ante esta recesión. El incremento de la eficiencia es sin duda un buen seguro, pero también es válido, los buenos modales y la forma de comunicarse.

Es obvio que nadie quiere estar desempleado, y que los buenos modales estén presentes, lo malo sería que al terminar esta crisis global, los modales y el comunicarse correctamente desaparezcan.

Christian Tejada dijo...

Debido a la crisis mundial, el desempleo es algo que nos puede afectar a todos y por lo tanto, se necesita un plan personal ante esta recesión. El incremento de la eficiencia es sin duda un buen seguro, pero también es válido, los buenos modales y la forma de comunicarse.

Es obvio que nadie quiere estar desempleado, y que los buenos modales estén presentes, lo malo sería que al terminar esta crisis global, los modales y el comunicarse correctamente desaparezcan.

Anónimo dijo...

Conforme el tiempo avanza el mercado laboral es mas competitivo, y mas aun cuando estamos en una crisis mundial y hay un aumento del desempleo, por lo tanto las personas desarrollan estrategias para ser mas empleables, un ejemplo es lo que vemos en este articulo, algo tan simple como respetar las reglas ortográficas da una mejor imagen del individuo por lo tanto lo hace ver mas competente.

Rodrigo Ortiz dijo...

Me parece interesante saber como es que todo eso va conectado; lo económico con lo social, pues si la gente está adoptanto estas "buenas costumbres" que hacía mucho tiempo se iban perdiendo ya sean hablar bien o la buena ortografía. Es porque en tiempos de crísis existe mucho miedo a perder el trabajo y que mejor forma de evitar eso, que demostrando a los demás la menor cantidad de errores que podamos tener. De esa forma pareceremos más capaces y merecedores de nuestro puesto laboral y evitaremos ser despedidos.

Benjamin Ruidias dijo...

Bueno, leo con agrado y satisfacción que se le este dando la debida importancia a escribir correctamente y que en estos tiempos modernos en los que se ve la perdida del gusto por expresarse y escribir de manera correcta se estén retomando.
Si bien es cierto que tal vez esto de escribir con abreviaturas haya sido impuesto como una moda y tal vez mas reincidentemente en los jóvenes, pues ahora podríamos imponer la moda del buen escribir.
BENJAMIN RUIDIAS.

Henry Arellano dijo...

Me parece que este articulo mas que todo va relacionado obviamente a empresas y a su personal, puesto que lo de las abreviaciones y otras formas de escribir fue y sigue siendo una "moda" utilizado por los jovenes pero solo en situaciones "formales" por asi decirlo. La crisis financiera, como dice el articulo, está recuperando estas costumbres, ya que las personas no quieren perder sus trabajos y quieren demostrar en genereal lo competentes que son, incluso escribiendo.

Roxana Andrinich dijo...

Hoy en día, como hemos podido experimentar, las palabras y frases se han acortado pero no porque utilizemos palabras más fáciles o cortas sino por símbolos que hemos creado para reemplazar ciertas letras o frases, tales como salu2 o t iamo + tard. Es curioso que con la crisis muchos empiezen a utilizar las frases y palabras convencionales, probablemente se deba a que quieren tener una mejor presentación a comparación de otros o que quieren gritar a grandes voces: "yo si se escribir y me esfuerzo por ello". Pero sea cual fuere el motivo es una alegría que esto este sucediendo y espero que persista con el tiempo y no quede como anécdota.

Karina Campos Anticona dijo...

A mi parecer esta muy bien que ahora las personas escriban con propiedad y que a la hora de expresarse en su ámbito laboral, lo hagan con respeto y con formalidad.
A veces la crisis o los problemas que uno afronta hace que pensemos bien las cosas y que tomemos en cuenta algunos errores que tengamos y los rectifiquemos. Puesto que ahora hay mucha competencia laboral y que solo los mejores y los que están altamente calificados pueden tener puestos de trabajo resaltantes y es por eso que se toma en cuenta los modales de cada uno.

Sección : 603